Venezuela envía mensajes contradictorios a insurgentes colombianos

Venezuela envía mensajes contradictorios a insurgentes colombianos

Una serie reciente de operaciones militares venezolanas en el estado de Apure ha puesto de relieve una vez más la compleja relación entre el gobierno venezolano y los grupos insurgentes colombianos acampados en las regiones fronterizas del país, y se esperan más enfrentamientos armados.

El último conflicto se inició en la madrugada del 21 de marzo, cuando miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) realizó una operación militar contra militantes colombianos en el municipio de José Antonio Páez, región fronteriza de Apure.

Segundo una declaración oficial emitida por el Ministerio de Defensa venezolano, la Operación Escudo Bolivariano 2021 habría resultado en la captura de 32 miembros de un grupo armado irregular, la destrucción de 6 campamentos, la incautación de importantes materiales de guerra y la muerte de uno de los líderes del grupo , conocido como «Nando».

Según el Departamento de Defensa, que dijo que el país tendría «tolerancia cero» para estas estructuras criminales en Venezuela, dos militares también murieron en los enfrentamientos.

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Aunque el ejército venezolano no nombró al grupo armado irregular involucrado, promedio regional y residentes locales dijeron que los combates en la región están vinculados a la persecución por parte del estado de exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero desmovilizado en 2016 tras la firma de un acuerdo de paz.

Los excombatientes de las FARC en la región pertenecen al Frente X, que está liderado por Jorge Eliécer Jiménez, alias «Jerónimo» o «Arturo», quien coordina varios operativos criminales en la frontera entre Apure y el departamento colombiano de Arauca.

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Tras la operación militar, los combatientes del Frente X no dudaron en reaccionar. La noche del 23 de marzo, un grupo de arrojó explosivos a la sede del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) de Venezuela en el sector La Victoria del estado de Apure. El ataque fue acompañado por registrado mensajes y folletos por la facción disidente que anuncia futuros asaltos.

Análisis de InSight Crime

No es la primera vez que el ejército venezolano dispara contra la guerrilla colombiana y otros actores criminales en el país. Varios enfrentamientos armados entre ellos reflejan una relación marcada por ganancias y pérdidas criminales, lo que subraya que es probable que continúen los enfrentamientos armados.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), el grupo rebelde colombiano de larga data, y los disidentes de las FARC han entrado en un conflicto armado con las fuerzas armadas venezolanas.

Por ejemplo, noviembre de 2018 arrestar del comandante del ELN Luis Felipe Ortega Bernal, alias «Garganta», provocó la muerte de cuatro miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (Guardia Nacional Bolivariana – GNB). Según investigadores locales que hablaron con InSight Crime, el enfrentamiento en el municipio de Puerto Ayacucho, en el estado de Amazonas, fue producto de un desacuerdo económico entre las dos partes.

Dos años después, en diciembre de 2020, Garganta recuperó su libertad y continuó coordinando operaciones ilegales.

El ejército venezolano también persiguió a las ex FARC antes del reciente enfrentamiento. En septiembre de 2020, unidades militares Atacó tres campamentos pertenecientes al frente 10 en los sectores Tres Esquinas, Mata de Bambú y Las Palmitas de José Antonio Páez. A pesar de estos ataques, la presencia de la facción no cambió.

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Asimismo, FANB han sido distribuidos a fines de enero como parte de la operación JIWI 2021 para expulsar a las estructuras disidentes de las FARC presentes en Apurarse es Amazonas. Según el reportero local Sebastián Barráez, los enfrentamientos estuvieron relacionados con intereses particulares del ELN y otra estructura disidente de las FARC, la Segunda Marquetalia, que maneja negocios ilícitos en esas regiones.

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Las relaciones entre los diversos grupos rebeldes colombianos y el gobierno venezolano se han vuelto cada vez más complejas. Si bien el gobierno insiste en que no tolerará a estos grupos en suelo venezolano, la presencia de militantes colombianos acampados en Venezuela, así como negocios relacionados, contradicen esta afirmación.

En algunas regiones estratégicas de Venezuela, el ELN y las ex FARC han creado consorcios criminales con el estado venezolano en torno al control de la minería ilegal es narcotráfico transnacional.

Además, varios grupos rebeldes y criminales en la región fronteriza venezolana también han entrado en conflicto. El Según Marquetalia y el ELN, por ejemplo, se han enfrentado con las ex células FARC del Frente X, por lo que comparten el interés de expulsar a esta facción disidente de la zona fronteriza.

Por el momento, lo único concreto que han logrado estas operaciones militares ha sido una crisis humanitaria. Según los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en Colombia (OCHA), más de 4.741 personas han sido desplazadas por las balas y bombas que llovieron sobre Apure.

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