Trump dice que consideraría reunirse con Maduro de Venezuela después de no poder expulsarlo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que consideraría reunirse con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, después de su campaña de «máxima presión» para derrocarlo. En una entrevista con el sitio de noticias en línea Axios, Trump dijo que a Maduro le gustaría reunirse y que podría considerarlo como nunca se ha opuesto a las citas.

La administración Trump ha buscado derrocar a Maduro mediante sanciones y diplomacia y ha reconocido al líder opositor Juan Guaidó como el líder legítimo del país. Sin embargo, el último comentario del presidente de Estados Unidos se ve como una señal de cambio de posición después de no poder derrocar al presidente socialista.

Guaidó se ha convertido en un retador del régimen de Maduro después de que prestó juramento en enero de 2019, declarándose presidente interino de la nación sudamericana. Prometió acabar con la «usurpación» de Maduro, pidió la creación de un gobierno de transición y elecciones libres. Ha recibido apoyo de Estados Unidos y de muchos países latinos como Brasil y Colombia.

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Acusaciones de planear un golpe

Maduro ha acusado repetidamente a Guaidó de planear un golpe con la ayuda de Estados Unidos y países europeos, especialmente después de que las autoridades arrestaron al ex Boina Verde por un presunto ataque fallido para derrocar al presidente en ejercicio. El presidente venezolano había dicho que las autoridades confiscaron pasaportes estadounidenses a los detenidos pertenecientes a Airan Berry, de 41 años, y Luke Denman, de 34.

Trump negó la participación del gobierno en lo que Venezuela llamó una incursión armada fallida y capturó a dos «mercenarios» estadounidenses. El Departamento de Estado de Estados Unidos arremetió contra Maduro por supuestamente inventar un «melodrama» para distraer a la gente de los problemas dentro de Venezuela.

Un portavoz del Departamento de Estado habría dicho que se está llevando a cabo una «importante campaña de desinformación» en Venezuela que dificulta separar los hechos de la propaganda. Refiriéndose a las supuestas «falsedades y manipulaciones» del régimen de Maduro, el Departamento de Estado negó cualquier participación y pidió no tomarlo al pie de la letra. Acusó a Maduro de «representación de detalles altamente cuestionable» y distorsión de los hechos.

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