La policía venezolana ha liberado a la madre de 72 años de Elías Díaz, receptor de los Piratas de Pittsburgh en las Grandes Ligas de Béisbol de Estados Unidos.
Ana Soto fue secuestrada el jueves en su ciudad natal de Maracaibo, al oeste de Venezuela, por un grupo de hombres que la subieron a una camioneta.
Las fuerzas especiales la localizaron hasta la casa de un oficial de policía, donde fue detenida, no lejos de la ciudad.
Las estrellas del deporte son objetivos populares para los secuestradores debido a sus altos salarios.
Seis personas, cinco de ellas agentes de la policía del estado de Zulia, han sido arrestadas en relación con el secuestro de la Sra. Soto.
Los agentes dijeron que uno de los agentes detenidos era un vecino que «proporcionó toda la información necesaria» para llevar a cabo el secuestro.
Rescatado sano y salvo
La Sra. Soto fue llevada a un hospital cercano para un chequeo médico y, según informes, se encuentra en buen estado de salud.
El jefe de la Policía de Investigaciones de Venezuela (CICPC), Douglas Rico, tuiteó una foto de la señora Soto recibiendo algo de comer y beber después de su exitoso rescate.
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Rico dijo que no se pagó ningún rescate.
Elías Díaz había lanzado un llamado para el regreso sano y salvo de su madre, secuestrada la mañana del jueves mientras charlaba con vecinos del barrio obrero donde vive.
Díaz dijo que se la llevaron apenas 15 minutos después de salir de su casa, que había visitado antes del inicio del entrenamiento de primavera en Florida.
Los equipos de Grandes Ligas han advertido a sus jugadores venezolanos que tengan cuidado al regresar a casa, ya que las estrellas del deporte y sus familiares son un objetivo popular para los secuestradores.
En 2011, Wilson Ramos, receptor de los Nacionales de Washington, fue secuestrado mientras visitaba a su familia en la ciudad venezolana de Valencia. Unos días más tarde, miembros de las fuerzas de seguridad lo liberaron de un escondite en la montaña.
El año pasado, el hijo de 15 años del jugador de baloncesto Juan Manaure fue secuestrado y asesinado mientras Manaure pasaba la Navidad en su tierra natal.
Los secuestros han aumentado dramáticamente en los últimos años a medida que empeora la crisis económica en Venezuela.
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