Durante tres años, Juan Guaidó lideró los esfuerzos de la oposición venezolana para realizar nuevas elecciones y derrocar al presidente socialista Nicolás Maduro.
Pero el viernes, decenas de políticos que alguna vez apoyaron a Guaidó votaron para destituir al ingeniero de 39 años y reemplazar su «gobierno interino» respaldado por Estados Unidos con un comité para supervisar las primarias presidenciales del próximo año y proteger los activos de la nación en el exterior.
La votación refleja un cambio en el equilibrio de poder dentro de la oposición, que está tratando de encontrar nuevas formas de conectarse con los votantes antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Tres de los cuatro principales partidos de oposición de Venezuela apoyaron la propuesta de destituir a Guaidó, quien solo contó con el apoyo de su partido Voluntad Popular.
Después de la votación, Guaidó dijo que la medida crearía un «vacío de poder» que podría alentar a más naciones extranjeras a reconocer a la administración de Maduro.
“Si no hay un gobierno interino, a quién reconocerán en su lugar”, dijo. “Hoy saltamos al abismo. Y renunció a una herramienta importante en nuestra lucha.
Los opositores de Guaido dijeron que se deben encontrar nuevas formas de conectarse con los votantes. El gobierno interino no tiene influencia sobre las instituciones locales y no puede proporcionar servicios básicos, y algunos venezolanos lo ridiculizan como un gobierno «falso».
«Es con gran pesar que voto», dijo Luis Silva, miembro del partido Acción Democrática que asistió a la sesión de votación en línea. «No hemos podido llegar a una decisión unánime, pero tenemos que buscar nuevas estrategias».
Daniel Varnagy, profesor de ciencias políticas en la Universidad Simón Bolívar de Caracas, dijo que la oposición había generado grandes expectativas bajo el liderazgo de Guaidó, pero luego no cumplió las promesas que hizo a las personas que querían un cambio en el gobierno de Venezuela.
“Prometió poner fin a la usurpación (de Maduro), liderar una transición y organizar elecciones justas, y nada de eso sucedió”, dijo Varnagy.
Guaidó ascendió al liderazgo de la oposición en 2019, cuando era presidente de la legislatura entonces controlada por la oposición, que comenzó su mandato de cinco años en 2015 después de lo que muchos observadores consideraron las últimas elecciones justas de Venezuela. Fue la última institución no controlada por los socialistas de Maduro.
La Asamblea Nacional argumentó que Maduro ganó su segundo mandato presidencial de manera ilegal en 2018 porque a sus principales rivales se les prohibió postularse. Luego, los legisladores de la oposición crearon un «gobierno interino», encabezado por Guaidó, que duraría hasta que Maduro dimitiera y pudieran celebrarse elecciones libres.
Guaidó organizó protestas en Venezuela, se escapó del país en una gira internacional y fue reconocido como el líder legítimo de la nación por Estados Unidos y docenas de gobiernos europeos y latinoamericanos que rechazaron el gobierno de Maduro.
Su administración interina también recibió el control de los activos del gobierno venezolano en el extranjero que habían sido congelados, incluida Citgo, la refinería de petróleo con sede en Houston.
Pero la oposición liderada por Guaidó no ha logrado ganarse a las fuerzas armadas venezolanas ni a los tribunales de la nación, mientras que la administración de Maduro ha reprimido las manifestaciones callejeras y ha reforzado aún más su control sobre la nación sudamericana.
El hecho de que Maduro no haya podido expulsar a Maduro ha frustrado a los venezolanos, que luchan contra la alta inflación, la escasez de alimentos y los salarios más bajos en América del Sur, dificultades que han llevado a millones a migrar en los últimos años.
En una encuesta realizada por la Universidad Andrés Bello de Venezuela en noviembre, solo el 6 por ciento de los venezolanos dijo que votaría por Guaidó si se presentara en las primarias presidenciales del próximo año, mientras que algunos otros líderes de la oposición obtendrían números más altos.
La influencia de Guaidó también ha disminuido desde fines de 2020, cuando la Asamblea Nacional que lo eligió presidente interino fue reemplazada por nuevos legisladores elegidos en elecciones boicoteadas por partidos de oposición.
Muchos miembros de la Asamblea Nacional de 2015 ahora están en el exilio, pero continúan afirmando ser el poder legislativo legítimo de Venezuela y celebran reuniones en línea donde toman decisiones sobre temas relacionados con el «gobierno interino».
El viernes, 72 de los 109 exlegisladores que asistieron a la sesión en línea votaron a favor de una medida que reemplazaría la administración interina de Guaidó con un comité integrado por varios líderes de la oposición.
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