Los científicos descubren «supersincronizadores» con un atractivo romántico aún mayor

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Un estudio reciente publicado en Psicología de la Comunicación Descubrió que algunos individuos, denominados «súper sincronizadores», tienen una capacidad única para sincronizar sus respuestas fisiológicas con otras en diversas tareas sociales y no sociales. Estos individuos son percibidos como más atractivos. Esto sugiere que la capacidad de sincronizarse podría desempeñar un papel importante en la atracción romántica humana.

La sincronía fisiológica se refiere al fenómeno en el que las respuestas fisiológicas de dos individuos se alinean o se reflejan entre sí durante las interacciones sociales. Esto puede incluir sincronía en la frecuencia cardíaca, la respiración, los niveles hormonales y otras funciones autónomas. Cuando dos personas están sincronizadas, sus cuerpos reflejan esta armonía a través de ritmos coincidentes en estos diversos procesos biológicos.

Investigaciones anteriores han establecido la importancia de la sincronía fisiológica en diversos contextos sociales. Los estudios han demostrado que la sincronía entre parejas románticas puede aumentar los sentimientos de cercanía y satisfacción en la relación. Por ejemplo, las parejas cuyos latidos del corazón o patrones de respiración se alinean durante las interacciones tienden a reportar niveles más altos de intimidad y cooperación. También se ha observado sincronía fisiológica en las interacciones entre padres e hijos.

A pesar de los hallazgos anteriores sobre la sincronía fisiológica, varias preguntas críticas siguen sin respuesta y requieren nuevas investigaciones. Una brecha importante es comprender si la sincronía impulsa activamente la atracción o es simplemente un subproducto de la atracción existente. En otras palabras, ¿las personas se vuelven más sincronizadas porque ya se sienten atraídas entre sí, o la mayor sincronía en sí misma aumenta la atracción?

«En mi laboratorio, estudiamos los mecanismos biológicos que mantienen unidos a dos individuos en estrechos vínculos. En este estudio, nuestro objetivo era descubrir un mecanismo biológico que afecta la selección de pareja en los humanos y cómo la capacidad de sincronizarse puede indicar aptitud», el autor del estudio. dicho. Shir Atzildirector del Bonding Neuroscience Lab y profesor asociado de la Universidad Hebrea.

Los investigadores primero realizaron un experimento en línea para explorar la relación entre la sincronía fisiológica y el atractivo. Reclutaron a 144 participantes, a quienes se les mostró un vídeo de 92 segundos de un hombre y una mujer interactuando. Estas interacciones fueron diseñadas para mostrar niveles altos o bajos de sincronía. La condición de alta sincronía hizo que los actores estuvieran en sintonía y respondieran entre sí, mientras que la condición de baja sincronía los hizo actuar de manera más independiente y menos influenciados por su pareja.

Los participantes fueron asignados aleatoriamente para observar uno de estos dos tipos de interacciones. Después de ver el vídeo, los participantes calificaron el atractivo del hombre y de la mujer por separado y su percepción de atracción mutua.

Los resultados mostraron que los participantes calificaron más alto tanto a los actores como a su atracción mutua percibida en la condición de alta sincronía que en la condición de baja sincronía. Esto demostró que la sincronía entre individuos durante las interacciones podría mejorar su atractivo percibido, lo que sugiere que la sincronía podría desempeñar un papel activo en provocar la atracción en lugar de ser simplemente una consecuencia de ella.

A continuación, los investigadores realizaron un experimento de citas rápidas para investigar el papel de la sincronía fisiológica en contextos románticos del mundo real. Cuarenta y ocho participantes (24 hombres y 24 mujeres) participaron en una serie de citas rápidas. Cada participante se reunió con cuatro parejas diferentes para citas de cinco minutos realizadas en una sala diseñada para parecerse a un ambiente cómodo y hogareño. Durante estas citas, los participantes llevaban pulseras Empatica E4 que medían su actividad electrodérmica, proporcionando un registro continuo de sus niveles de excitación fisiológica.

Antes de cada cita, los participantes calificaron su interés inicial en su pareja. Después de cada cita, calificaron su nivel de atracción hacia su pareja. Estas calificaciones se promediaron en todas las fechas para calcular las puntuaciones de atractivo romántico individual de cada participante. Además, los datos del brazalete se utilizaron para calcular las puntuaciones de sincronía electrodérmica individual de cada participante calculando la correlación entre los niveles de actividad electrodérmica de cada par durante sus citas.

Además de las citas rápidas, los participantes completaron una tarea de tocar los dedos diseñada para medir la sincronía no social. En esta tarea, los participantes tamborilearon con los dedos al compás de un metrónomo, lo que permitió a los investigadores evaluar su capacidad para sincronizarse con un ritmo externo no humano.

Los investigadores encontraron que algunos individuos mostraban consistentemente niveles más altos de sincronía, independientemente de su pareja o tarea. Estos «Super Sincronizadores» fueron calificados como más atractivos por sus socios de citas rápidas.

Además, hubo una correlación significativa entre la capacidad de un individuo para sincronizarse en el contexto social de las citas rápidas y su desempeño en la tarea no social de tocar los dedos. Esto sugirió que la capacidad de sincronizarse podría ser un rasgo general que influye en el atractivo en diferentes tipos de interacciones.

“Descubrimos que la capacidad de sincronizar es estable en todas las tareas y entre parejas. Algunas personas son Súper Sincronizadores, y los Súper Sincronizadores son constantemente calificados como más atractivos y estar en sintonía con su pareja puede ayudar a promover el vínculo romántico. Los estados fisiológicos sincronizados pueden mejorar la regulación entre varios sistemas corporales, haciendo que las interacciones sean más satisfactorias y sugiriendo ventajas cognitivas y evolutivas».

Este estudio proporciona evidencia convincente de que la sincronía fisiológica juega un papel importante en la atracción romántica. Pero como ocurre con toda investigación, hay que tener en cuenta algunas advertencias. Mientras que los investigadores manipularon la sincronía en el experimento en línea, el experimento de citas rápidas se basó en interacciones naturales, lo que dificulta establecer definitivamente una relación causal entre la sincronía y la atracción. Investigaciones futuras podrían intentar manipular la sincronía durante las citas reales para ver sus efectos sobre el interés romántico y los resultados de las relaciones a largo plazo.

De cara al futuro, Atzil y sus colegas planean realizar más investigaciones para «caracterizar los supersincronizadores y su perfil neuronal, conductual y fisiológico».

Yo estudio, «La sincronicidad social y no social está interconectada y es románticamente atractiva.”, fue escrito por Matan Cohen, Maayan Abargil y Shir Atzil.
M. Cohen, M. Abargil, M. Ahissar y S. Atzil

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