La búsqueda del nirvana socialista en Venezuela se ha convertido en una pesadilla

En cualquier caso, Venezuela debería ser uno de los países más ricos de América Latina. Sus enormes reservas de petróleo han sido suficientes para proporcionar riqueza a su gente en un continente donde la pobreza es endémica. Sin embargo, Venezuela es pobre, corrupta y asolada por conflictos. Su presidente, Nicolás Maduro, ha empujado a su país aún más hacia el atolladero en el que lo había encerrado su mentor Hugo Chávez. En las elecciones del mes pasado, la comisión electoral dijo que Maduro había regresado al poder por un estrecho margen, pero no dio detalles sobre los resultados. Pocos creen que este fue el caso, y los observadores internacionales dicen que el proceso «careció de transparencia». Los países vecinos, incluidos Brasil y Colombia, han pedido otra encuesta.

Miles de personas salieron a las calles para protestar en nombre de la líder opositora María Corina Machado. Se le ha prohibido participar en las elecciones y actualmente se encuentra oculta. El candidato opositor Edmundo González también se encuentra en un lugar no identificado y afirma haber ganado la competencia. El número de manifestantes ha aumentado en las últimas semanas, pero se enfrentan a una terrible represión por parte de la policía y las fuerzas armadas leales al régimen actual.

Nunca debe olvidarse que esta atroz situación es el resultado directo de la socialización de Venezuela, respaldada por años de mala gestión incompetente y corrupción rampante exacerbada por la caída de los precios del petróleo. Sorprendentemente, los izquierdistas del Partido Laborista, incluido el exlíder y ahora diputado independiente Jeremy Corbyn, vieron a Venezuela como un modelo de un futuro utópico, sólo que no se implementó particularmente bien.

Para el pueblo venezolano, la búsqueda de un nirvana socialista se ha convertido en una pesadilla. Las elecciones amañadas que han devuelto al presidente Maduro al poder dos veces ya son sólo la hoja de parra democrática de un autócrata.

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