En un discurso de más de una hora en un polideportivo, el líder ultraderechista prometió que en caso de ser reelegido mantendría una subvención temporal para apoyo social y advirtió que «no permitiría el fraude» en la votación de octubre, una crítica. del sistema electoral que ha afirmado reiteradamente, sin pruebas, es viciado.
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Los repetidos interrogatorios al sistema electoral por parte de Bolsonaro han llevado al Supremo a abrir una investigación sobre él.
El domingo, el presidente instó a sus simpatizantes a salir a las calles en septiembre, el primer aniversario de las protestas del día de la independencia, marcadas por los ataques a las instituciones democráticas que había alentado Bolsonaro.
‘La voz de la gente’
“Los pocos sordos y con capa negra deben entender las voces de la gente”, dijo, refiriéndose a la Corte Suprema. Ellos «deben entender que es el poder ejecutivo y legislativo el que hace las reglas».
Sus seguidores respondieron: «¡El pueblo es supremo!»
Enarbolaron pancartas con consignas como «Dios, Patria y Familia». Uno presentaba una imagen de Trump.
«Tenemos que atraer a los jóvenes de izquierda a nuestro lado, mostrarles la verdad», dijo.
“Donde su candidato ha apoyado a otros en América del Sur, miren la miseria en esos países”, dijo Bolsonaro, refiriéndose a Venezuela, entre otros.
La multitud respondió: «¡Lula, ladrón, tu lugar es la cárcel!»
En medio de temores por la seguridad de los candidatos presidenciales, el evento se llevó a cabo bajo estricta vigilancia con detectores de metales en la entrada.
Un mes antes de las elecciones ganadas en 2018, Bolsonaro fue apuñalado en el estómago durante un mitin electoral.
La última encuesta de junio de Datafolha mostró a Lula a la cabeza con un 47%, seguido por un 28% de Bolsonaro.
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