Estudiantes venezolanos regresan a clases de manera presencial

Las escuelas venezolanas vuelven a estar llenas de alumnos. En marzo de 2020, todas las aulas se cerraron debido a la pandemia de COVID-19. Después de 19 meses de aprendizaje a distancia y lecciones semipresenciales, los alumnos están ansiosos por regresar.

El gobierno levantó las restricciones a las instituciones educativas que permiten actividades presenciales en un horario regular de cinco días a la semana. Pero la decisión de reanudar operaciones en todo el país trae consigo muchos desafíos para estudiantes y docentes.

Más de ocho millones de niños venezolanos de todas las edades ya asisten a clases presenciales. Ryan Liendo, de quince años, es uno de esos estudiantes.

“Para mí es mejor volver a mis lecciones, porque entendemos todas las cosas que estudiamos, todas las materias. Liendo dice «Me gusta la nueva normalidad, es lo mismo que antes».

Ahora que han vuelto las clases hay mucho que poner al día, según el profesor José Albeiro, que está a cargo de 34 alumnos en un colegio de Caracas.

«Regresamos a lo básico de cómo sumar, restar, dividir y multiplicar nuevamente, porque ellos también lo han olvidado».

La estudiante de secundaria Yanely Salas dice estar feliz de reencontrarse con sus amigos pero sobre todo de tener contacto directo con su maestra.

«Estaba haciendo mi tarea por diversión, pero no estaba entendiendo, no estaba entendiendo mis lecciones como lo estoy haciendo aquí».

Para garantizar un regreso completo a las aulas, el gobierno venezolano ha dado prioridad a la vacunación de maestros y niños. Y comenzó un programa especial para mejorar las escuelas.

Pero según el Sindicato Venezolano de Maestros era imposible regresar cinco días a la semana, ya que más del 70% de las escuelas públicas del país están en mal estado y requieren renovación y servicios básicos como el agua.

Como la mayoría de las instituciones educativas del país en la Escuela María Auxiliadora de Caracas, no hay agua corriente regular. Han implementado un riguroso programa de agua para mantener el saneamiento.

La directora María Quiróz explica cómo conservar y distribuir el agua que reciben cada semana.

“El agua escasea a partir del miércoles. Hemos puesto en marcha un sistema de racionamiento de ese bien preciado que es como el oro azul, lo limitamos y damos agua en los descansos y en la hora del almuerzo”, dijo Quiroz.

Padres como Jesús Blanco dicen que tener a sus dos hijos de regreso en la escuela es un alivio. El aprendizaje a distancia no solo representó un desafío para muchas familias sin acceso a Internet, sino que también representó una carga económica adicional.

«Para muchos, es una batalla cuesta arriba pagar el servicio de Internet en este vecindario de bajos ingresos». dijo Blanco. “Tenía actividades estudiantiles usando nuestros celulares en WhatsApp, y al final fue mucho dinero para muchos que no tenían para pagar sus facturas de celular”.

A medida que se acerca el final del año escolar, a pesar de las dificultades tanto para los estudiantes como para los maestros, todos están haciendo todo lo posible para recuperar el tiempo perdido. Mientras tanto, las aulas se llenan de alegría y renovadas ganas de aprender.

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