CARACAS – Un hombre venerado por millones de venezolanos como el «médico de los pobres» está a un paso de la santidad tras ser beatificado el viernes en la capital del país sudamericano.
El Dr. José Gregorio Hernández, fallecido en 1919, fue beatificado en una ceremonia sencilla y emotiva, que culminó décadas de esfuerzo de los católicos venezolanos. Las celebraciones masivas se han pospuesto indefinidamente debido a la pandemia de coronavirus.
El nuncio apostólico Aldo Giordano, representante del Vaticano, dijo durante la ceremonia que Hernández «será llamado beato y celebrado todos los años».
«Parece providencial celebrar la beatificación de un médico en medio de una pandemia que afecta a toda la humanidad», dijo Giordano. “En la figura del Beato Dr. José Gregorio, la Iglesia rinde hoy un homenaje de reconocimiento, gratitud y oración a los médicos y profesionales de la salud”.
Agregó que Hernández es capaz de unir a los venezolanos, a pesar de sus diferencias, incluso religiosas e ideológicas. Tanto el gobierno como figuras de la oposición enviaron tuits el viernes celebrando la beatificación del primer laico venezolano. Los otros tres son miembros femeninos de órdenes religiosas.
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Menos de 300 personas, casi en su totalidad sacerdotes y monjas, asistieron al evento en la pequeña capilla de una escuela católica en el borde de un parque nacional montañoso al norte de la capital Caracas. El ritual fue transmitido en vivo por televisión.
Hernández, nacido el 26 de octubre de 1864, estaba convencido de que la ciencia era una de las principales vías para sacar al país de la miseria. Fundó dos institutos de investigación y varias clases en la Universidad Central de Venezuela, la más antigua y más grande del país.
«Él creía que la medicina era un sacerdocio del dolor humano», dijo una vez Luis Razetti, un destacado médico venezolano y amigo de Hernández.
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