VALENCIA/MARACAY, Venezuela (Reuters) – La candidata opositora venezolana María Corina Machado, favorita en las primarias del domingo, viajó por el país afectado por la crisis vestida con sus característicos jeans, camiseta blanca y zapatillas deportivas con su lema «hasta el final», a pesar de siendo inhabilitado para ejercer cargos.
Con una ventaja de unos 40 puntos sobre sus rivales en las encuestas, Machado continuó su campaña incluso después de que en junio la Contraloría General le prohibiera ocupar un cargo público por su apoyo a las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La oposición dice que las prohibiciones son ilegales y el gobierno de Estados Unidos le ha dicho a Maduro que deben levantarlas para todos los candidatos presidenciales de la oposición antes de finales de noviembre a cambio de un alivio de las sanciones, dijo el miércoles un alto funcionario estadounidense.
Dos de los principales rivales de Machado se retiraron por sus propias suspensiones.
Su objetivo es sacar a Maduro del poder mediante elecciones pacíficas, justas y competitivas, dice.
“Este es mi propósito”, dijo Machado, de 56 años, durante una entrevista reciente en el centro de la ciudad de Valencia. “Todo lo que estamos haciendo es por eso, porque al final Venezuela debe cambiar profundamente”.
No está claro qué pasaría si Machado gana las primarias y no se inscribe para las elecciones generales debido a su descalificación.
Machado dijo que podía presionar a la junta electoral para que le permitiera registrarse, mientras que otros argumentaron que sería necesario un mecanismo de sucesión.
Ella se ha mostrado reticente a discutir un plan de respaldo, dijeron fuentes políticas, y aún está por verse si la oposición, a menudo rebelde, aceptaría que Machado eligiera un reemplazo.
Algunos miembros de la oposición esperaban que el acuerdo electoral firmado esta semana entre la oposición y el gobierno incluyera el levantamiento de las prohibiciones, pero no fue así.
El Tesoro de Estados Unidos dijo el miércoles que está dispuesto a revertir la flexibilización de las sanciones petroleras si el gobierno de Maduro no toma medidas como levantar las prohibiciones y liberar a los prisioneros que, según la oposición, están detenidos injustamente.
Machado, madre de tres hijos e ingeniera industrial, es hija de un conocido empresario que trabajó para el gigante siderúrgico Sivensa, que fue nacionalizado en 2010 por el fallecido presidente Hugo Chávez.
Ha dicho que tiene la intención de privatizar la petrolera estatal PDVSA y la siderúrgica Sidor si gana las elecciones el próximo año, además de reestructurar la deuda gubernamental y buscar financiamiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Sus duras críticas a Maduro han llevado a algunos en el partido gobernante a decir que Machado es de derecha y desprecia a la clase trabajadora.
Machado dice ser una liberal que se opone a la discriminación y que implementaría un amplio plan de asistencia social para los venezolanos más necesitados. La crisis económica del país ha llevado a aproximadamente 7,7 millones de personas a migrar.
«El mensaje de María Corina es claro, hasta el final. Queremos un país de progreso, de crecimiento, un país donde tengamos dinero en el bolsillo», dijo Celso García, un vendedor ambulante de comida que participó en una manifestación de Machado en Maracay.
Dijo que quería que su hija de 17 años tuviera un futuro «para no tener que irse como tantos otros».
(Reporte de Tibisay Romero en Valencia y Mircely Guanipa en Maracay; escrito por Vivian Sequera y Julia Symmes Cobb; editado por Sonali Paul)
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