La inclusión del Wushu en el calendario competitivo de los V Juegos Deportivos del ALBA representó un importante paso adelante para la disciplina; Mientras tanto, representantes de Las Tunas se preocuparon por elevar la calidad de las artes marciales en Cuba.
Puerto Padre, Las Tunas.- La atleta Cynthia Rodríguez Justo y el profesor Carlos Rodríguez Cordoví vistieron la camiseta de la selección nacional. La convocatoria al torneo regional significó la recompensa a muchos años de trabajo.
“Valió la pena decir todo este tiempo tan ocupado; Baje su postura, enderece, tire más fuerte. Y en La Habana, con la ayuda de los maestros Roberto Vargas Lee y Mailín, que realmente merecen el premio por preparar al equipo, desde que fui entrenador asistente, seguimos aprendiendo. Intenté ayudar, en lo que pude, con la preparación física”, comenta con mucho orgullo Carlos, principal artífice de la actividad de Villa Azul, luego de haber hecho realidad un sueño más.
La certeza de un buen trabajo, incluso más allá del ámbito deportivo, además de la experiencia en representar a la Isla, ha llenado las maletas de Carlos y Cinzia, pero también de los niños, adolescentes y abuelos que acuden al polideportivo de la tarde.
“Muy feliz de poder representar a nuestro colegio, al municipio, a la provincia y a Cuba, ya habíamos participado en otros eventos online, pero era la primera vez que viajábamos al exterior, y estar en Venezuela fue una gran satisfacción. Puedo definir el evento como muy agradable, de intercambio mutuo”.
Sin la menor idea de detener la marcha, Rodríguez Cordoví mantiene la esperanza en el crecimiento de este arte marcial ante los organizadores de la zona. “Puede hacerse realidad que el Wushu cubano sea un evento centroamericano, panamericano y, por qué no, olímpico. Quienes participaron en los Juegos del ALBA se convertirán en los instructores que ayudarán a desarrollar el Wushu en la región del Caribe, abordando este futuro prometedor».
Volviendo a las ocupaciones cotidianas, las experiencias vividas en tierras bolivarianas sirven de estímulo para abordar nuevos proyectos y ampliar horizontes de los estudiantes.
«No estoy satisfecho, seguiremos creando en cada práctica, junto a mi esposa que también es formadora, con mi grupo de trabajo, el profesor Adrián, padres, amigos, mayores, colaboradores, miembros o no de la escuela que siempre apoyan a nuestro En el trabajo, tenemos mucho que hacer en el campo de la cultura porque el deporte tiene un límite de edad, pero el Wushu es muy amplio y se pueden pensar diferentes cosas, sobre todo con el Chi Kung, para la salud, que es tan necesario en estos momentos”.
Las huellas del éxito quedarán en las vidrieras de laurel; sin embargo, el barro nos permite seguir con las ganas de fantasear con el futuro, con la ambición de promover personas de bien, ofrecer una mejor calidad de vida y difundir los valores de una cultura milenaria. Los méritos sólo indican el camino a seguir.