El umbral entre alta inflación y hiperinflación es del 50% y mucha volatilidad. Lo más importante: para poner fin a un episodio de hiperinflación, las tasas de inflación mensuales deben caer por debajo del 50% durante al menos 12 meses.
Aunque Venezuela tiene una larga historia de inflación de dos dígitos, llegamos a la hiperinflación por primera vez en el último trimestre de 2017, sin importar qué fuente de información elija seguir.
Según datos oficiales publicados por nuestro propio Banco Central (BCV), el episodio de hiperinflación venezolano comenzó en diciembre de 2017 y parece terminar en diciembre de 2021 si la tasa de inflación se mantiene por debajo del 50%. Hablamos de un episodio de 49 meses, tan solo 9 meses después del histórico récord nicaragüense de 58.
Por otro lado, los datos recopilados originalmente por la Asamblea Nacional liderada por la oposición elegida en 2015 y ahora en manos del Observatorio Financiero Venezolano, sitúa el inicio de la hiperinflación venezolana en noviembre de 2017 y su posible final en febrero de 2022 si la tasa de inflación se mantiene por debajo del 50%. Este sería un episodio de 53 meses.
En cualquier caso, las tasas de inflación parecen estar desacelerándose. En parte, porque el gobierno hizo la vista gorda a todos los controles económicos que paralizaban al sector privado. Y es probable que continúe si el chavismo logra mantener a raya sus instintos destructivos.
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