¿Cómo un grupo de jóvenes venezolanos utiliza pelo humano y animal para combatir derrames de petróleo?

EL DAÑO ES VISIBLE DESDE EL ESPACIO

El lago de Maracaibo, ubicado en el noroeste de Venezuela, es también el lago más grande del país y cubre 13.000 kilómetros cuadrados.

Sus aguas, que alguna vez fueron cristalinas, ahora están llenas de algas verdes, sedimentos de ríos y petróleo crudo. Los daños son tan grandes que pueden verse desde el espacio.

Las instalaciones petroleras del país tienen la culpa: las fugas de oleoductos en mal estado tienen repercusiones no sólo en el lago, sino también en la vida silvestre y las comunidades cercanas.

Una organización no gubernamental ambientalista local ha estimado que entre 500 y 1.000 barriles de petróleo terminan cada día en el lago de Maracaibo.

Dado que los derrames de petróleo son tan frecuentes que pueden cubrir miles de metros cuadrados, algunas de las personas más afectadas son los pescadores locales como Orlando Sánchez.

Durante casi cinco décadas, la pesca del camarón ha sido su principal fuente de ingresos, pero los residuos del petróleo han dañado sus redes y han puesto en peligro su sustento.

«Cada vez que zarpamos para pescar, no podemos trabajar. El petróleo no nos deja trabajar, no importa qué red use. Es horrible», dijo a ACI Prensa.

ESFUERZOS DE LIMPIEZA

En junio pasado, el gobierno venezolano anunció una campaña para limpiar el lago enviando maquinaria y equipos a trabajar en las orillas contaminadas. Pero los expertos ambientales dicen que estos esfuerzos han sido insuficientes.

Ahora, los ciudadanos venezolanos –como los del Proyecto Sirena– están ideando alternativas para salvar su lago.

El grupo se asoció con una organización estadounidense sin fines de lucro, Matter of Trust, para utilizar el cabello para eliminar la grasa del agua.

Ha desarrollado y fabricado sus propios dispositivos de succión de aceite utilizando pelo humano y animal, que pueden absorber aproximadamente cinco veces su peso en aceite.

El cabello está compuesto principalmente de queratina, una proteína que permite que las fibras absorban y se adhieran a la superficie del aceite.