Hablemos: los chats basados ​​en la web mejoran la función cerebral en los adultos mayores

Hablemos: los chats basados ​​en la web mejoran la función cerebral en los adultos mayores

Resumen: Las conversaciones basadas en Internet pueden mejorar significativamente la función cognitiva en adultos mayores socialmente aislados. En el estudio, conocido como I-CONECT, participaron 186 participantes de 75 años o más que participaron en videoconferencias estructuradas cuatro veces por semana, lo que ayudó a mejorar la memoria y las funciones ejecutivas, particularmente entre aquellos con deterioro cognitivo leve.

En el transcurso de un año, estas interacciones no solo aumentaron las puntuaciones cognitivas, sino que también mejoraron el bienestar emocional y aumentaron la conectividad en las regiones del cerebro asociadas con la atención. Los hallazgos sugieren que las conversaciones digitales pueden ser una estrategia viable para combatir el aislamiento social y sus repercusiones cognitivas.

Aspectos principales:

  1. Función cognitiva mejorada: Los participantes del estudio I-CONECT que mantuvieron frecuentes conversaciones digitales mostraron mejoras en las puntuaciones de las pruebas cognitivas globales y en las funciones ejecutivas basadas en el lenguaje.
  2. Mejor bienestar emocional: Tanto el grupo de control como el de intervención experimentaron mejoras en la salud emocional, lo que indica que el contacto social regular, incluso breve, puede tener efectos positivos.
  3. Beneficios neurológicos: Las imágenes cerebrales revelaron una mayor conectividad dentro de la red de atención dorsal del grupo de intervención, destacando el potencial de las interacciones conversacionales para mejorar la función cerebral.

Fuente: harvard

Según un nuevo estudio clínico dirigido por el Hospital General de Massachusetts, el simple hecho de hablar con otras personas puede estimular diferentes funciones cerebrales entre los adultos mayores socialmente aislados, incluso cuando las interacciones se basan en Internet.

Los resultados se publican en El gerontólogo.

«Iniciamos el primer estudio de demostración de intervención conductual en 2010, casi una década antes de la pandemia de COVID-19, llamando la atención sobre los efectos nocivos del aislamiento social en nuestra salud en general», explicó la autora principal, Hiroko H. Dodge, investigadora principal. de estudios financiados por los Institutos Nacionales de Salud.

Las medidas de bienestar emocional mejoraron tanto en el grupo de control como en el de intervención, lo que sugiere que la emoción puede mejorarse mediante breves llamadas telefónicas semanales, mientras que mejorar la función cognitiva requiere una participación conversacional frecuente. Crédito: Noticias de neurociencia

El ensayo aleatorio de fase 2, llamado I-CONECT, con 186 participantes, utilizó Internet y cámaras web para permitir interacciones conversacionales entre entrevistadores capacitados e individuos socialmente aislados de 75 años o más con cognición normal o deterioro cognitivo leve.

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Los investigadores rotaron los compañeros de conversación asignados a cada participante para mejorar la novedad de la experiencia, proporcionaron dispositivos fáciles de usar que permitieron a los participantes sin experiencia en Internet o cámaras web participar fácilmente en conversaciones basadas en video y alentaron conversaciones con temas cotidianos estandarizados e imágenes. sugerencias.

Se llevaron a cabo conversaciones de treinta minutos cuatro veces por semana durante seis meses y luego dos veces por semana durante otros seis meses. Un grupo de control de personas similares no participó en dichas conversaciones, pero tanto el grupo de intervención como el de control recibieron controles telefónicos semanales de 10 minutos.

Después del período inicial de seis meses, el grupo de intervención logró una puntuación global más alta en la prueba cognitiva que el grupo de control, con un tamaño de efecto grande entre aquellos con deterioro cognitivo leve. Además, los participantes del grupo de intervención con capacidades cognitivas normales obtuvieron puntuaciones que indicaban una función ejecutiva basada en el lenguaje más alta.

Al final del último período de seis meses, los participantes del grupo de intervención con deterioro cognitivo leve obtuvieron puntuaciones en las pruebas que indicaban una mejor función cerebral relacionada con la memoria que los del grupo de control.

Las medidas de bienestar emocional mejoraron tanto en el grupo de control como en el de intervención, lo que sugiere que la emoción puede mejorarse mediante breves llamadas telefónicas semanales, mientras que mejorar la función cognitiva requiere una participación conversacional frecuente.

Además, las pruebas de imágenes cerebrales mostraron que el grupo de intervención tenía una mayor conectividad dentro de la red de atención dorsal –una región importante para mantener la atención visuoespacial– que el grupo de control, aunque este resultado debe interpretarse con cautela debido al número limitado de participantes evaluados. debido a restricciones de investigación relacionadas con COVID-19.

A petición de antiguos participantes del estudio que solicitaron conversaciones continuas, Dodge y sus colegas fundaron una organización sin fines de lucro, la Fundación I-CONNECT. La fundación ofrece interacciones sociales gratuitas a personas mayores aisladas de la comunidad, utilizando los mismos materiales utilizados en el ensayo.

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«Nuestro próximo objetivo es ampliar estos esfuerzos para llegar a más personas aisladas y necesitadas, así como profundizar en los mecanismos biológicos que subyacen al impacto de las interacciones sociales en nuestras funciones cerebrales», dijo Dodge.

“Proporcionar interacciones conversacionales frecuentes y estimulantes a través de Internet podría ser una estrategia eficaz de reducción del riesgo de demencia en el hogar contra el aislamiento social y el deterioro cognitivo.

«Planeamos extender esta terapia a poblaciones geriátricas ambulatorias, para las cuales actualmente estamos recaudando fondos, y también examinar su efectividad para los síntomas depresivos leves a moderados».

El equipo también está explorando la posibilidad de proporcionar interacciones conversacionales a través de chatbot, un robot entrenado con inteligencia artificial que proporciona conversaciones estimulantes como una intervención rentable.

«Entendemos que el contacto humano es de vital importancia para nuestro bienestar emocional, pero para la estimulación cognitiva, los chatbots podrían funcionar tan eficazmente como los humanos, algo que estamos estudiando actualmente», dijo Dodge, quien ocupa el cargo de Director de Análisis de Investigación en el Universidad de Washington. Recientemente inauguró el Centro Interdisciplinario del Cerebro en el MGH y es miembro del cuerpo docente de la Facultad de Medicina de Harvard.

Financiación: La financiación fue proporcionada por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.

Sobre esta noticia sobre investigación en cognición y envejecimiento

Autor: Tracy Hampton
Fuente: harvard
Contacto: Tracy Hampton-Harvard
Imagen: Crédito de la imagen a Neuroscience News.

Investigacion original: Acceso libre.
Ensayo controlado aleatorio de participación conversacional basado en Internet (I-CONECT) en adultos socialmente aislados mayores de 75 años con cognición normal o deterioro cognitivo leve: hallazgos principales”por Hiroko H. Dodge et al. El gerontólogo


Abstracto

Ensayo controlado aleatorio de participación conversacional basado en Internet (I-CONECT) en adultos socialmente aislados mayores de 75 años con cognición normal o deterioro cognitivo leve: hallazgos principales

Contexto y objetivos

El aislamiento social es un factor de riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Realizamos un ensayo clínico controlado aleatorio (ECA) de interacciones sociales mejoradas, con la hipótesis de que las interacciones conversacionales pueden estimular la función cerebral entre adultos mayores socialmente aislados sin demencia. Presentamos los principales hallazgos de este ECA multisitio (estudio clínico sobre participación conversacional basada en Internet). [I-CONECT]; NCT02871921).

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Diseño y métodos de investigación

El grupo experimental recibió conversaciones semiestructuradas cognitivamente estimulantes con entrevistadores capacitados a través de Internet/cámara web 4 veces por semana durante 6 meses (inducción) y dos veces por semana durante 6 meses más (mantenimiento).

Tanto el grupo experimental como el de control recibieron controles telefónicos semanales de 10 minutos. Los cambios en el protocolo fueron necesarios debido a la pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019.

Resultados

Se aleatorizó a un total de 186 participantes. Tras el periodo de inducción, el grupo experimental obtuvo puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas globales (Montreal Cognitive Assessment [primary outcome]; 1,75 puntos [p = .03]) en comparación con el grupo de control.

Después de la inducción, los participantes del grupo experimental con capacidades cognitivas normales tenían una función ejecutiva basada en el lenguaje más alta (prueba de fluidez semántica [secondary outcome]; 2,56 puntos [p = .03]). Al final del período de mantenimiento, el grupo experimental de sujetos con deterioro cognitivo leve tenía una función de codificación más alta (prueba de recuerdo inmediato de Craft Story [secondary outcome]; 2,19 puntos [p = .04]).

La medida del bienestar emocional mejoró tanto en el grupo de control como en el experimental. La resonancia magnética funcional en estado de reposo mostró que el grupo experimental tenía una mayor conectividad dentro de la red de atención dorsal en comparación con el grupo de control (PAG= 0,02), pero el tamaño de la muestra fue limitado.

Discusión e implicaciones

Proporcionar interacciones conversacionales frecuentes y estimulantes a través de Internet podría ser una estrategia eficaz de reducción del riesgo de demencia en el hogar contra el aislamiento social y el deterioro cognitivo.

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