Covid-19 y creciente temor en China: ¿qué está pasando y por qué?

Un aumento en las infecciones por covid-19 en China en las últimas semanas ha provocado advertencias de que el país podría sufrir más de un millón de muertes en los próximos meses, aunque los datos oficiales presentan un panorama muy diferente.

China reportó cinco muertes el lunes y dos el domingo, según un informe de Reuters, lo que eleva el número total de muertes a 5.242. Solo se informaron alrededor de 2700 casos nuevos el lunes, sustancialmente menos que los casi 40 000 casos informados hace un par de semanas. Sin embargo, varios informes de los medios han sugerido que la situación era mucho más grave.

Oleada de Covid-19 en China: ¿qué está pasando?

China ha visto un aumento en los casos desde que alivió las asfixiantes restricciones el mes pasado luego de una rara protesta pública. Luego, las infecciones se propagaron rápidamente: el recuento diario de casos alcanzó nuevos récords en las dos primeras semanas de este mes. Si bien las cifras diarias oficiales han disminuido desde entonces, ha habido informes de hospitales abrumados, escasez de medicamentos contra la gripe y escuelas que vuelven a estar en línea.

China ha seguido una política de cero covid durante los últimos tres años, que incluía medidas extremadamente restrictivas para hacer frente a cualquier aumento de casos. Todos los casos conocidos, incluso los asintomáticos, han sido hospitalizados obligatoriamente, los pequeños brotes han desencadenado duros cierres y los casos sospechosos, y todos sus contactos, se han mantenido en confinamiento solitario durante mucho tiempo. Los viajeros extranjeros debían someterse a 10 días de aislamiento.

Las medidas fueron dolorosas pero efectivas para mantener bajo control la propagación del virus durante tres años. Sin embargo, también significó que un gran porcentaje de la población nunca se había infectado con el virus y no tenía inmunidad natural, lo que los hacía extremadamente susceptibles. Entonces, una vez que el virus logró romper las defensas, como lo hizo a veces, se propagó rápidamente entre la población. Eso es lo que sucedió en marzo-abril de este año, cuando China vio por primera vez una explosión de casos.

Variante de transmisión rápida

La cepa de virus dominante en China es BF.7, una subvariante de Omicrón que existe desde hace más de un año. Hay más de 500 subvariantes de Omicron actualmente en circulación.

BF.7 es el nombre de BA.5.2.1.7, que a su vez evolucionó de la subvariante BA.5. BF.7 no es exclusivo de China. Representó más del 5% de los casos en los EE. UU. en octubre y más del 7% de los casos en el Reino Unido.

Pero el aumento en China no tiene nada que ver con la variante que circula allí, según el virólogo Dr. Ekta Gupta.

“No hay evidencia científica que sugiera que existe una variante en particular que impulse la marea en China. Tampoco hay evidencia que sugiera que una nueva variante sea la culpable. Si observa los datos de Gisaid (una base de datos global de genomas de Sars-CoV-2), no se ha cargado nada muy diferente del país”, dijo el virólogo Dr. Gupta.

Dijo que fue la gran población susceptible el factor clave en el aumento.

“Por lo que puedo entender, los severos bloqueos en China han significado que un gran porcentaje de la población no esté infectada. Hemos visto que una infección natural proporciona una inmunidad más amplia y duradera contra COVID-19. En India, ahora vemos personas caminando, incluso sin máscaras, pero no informamos una gran cantidad de casos porque las personas tienen inmunidad híbrida contra la infección natural y altos niveles de vacunación”, dijo el Dr. Gupta.

Preocupación por el mundo

Si bien el aumento se ha mantenido confinado a China, existe el temor de que pueda extenderse a otros países a medida que los viajes internacionales han vuelto a niveles cercanos a los anteriores a Covid. Una preocupación aún mayor, considerando que en China se está produciendo una gran cantidad de infecciones, es la posibilidad de que el virus evolucione hacia variantes más peligrosas.