Neurocientíficos descubren una nueva función del cerebelo: la memoria emocional

Neurocientíficos descubren una nueva función del cerebelo: la memoria emocional

El cerebelo (activación en rojo) se comunica con varias áreas del cerebro (activaciones en verde) para mejorar la memorización de información emocional. Crédito: MCN, Universidad de Basilea

El cerebelo es conocido principalmente por regular el movimiento. Científicos de la Universidad de Basilea ahora han descubierto que el cerebelo también juega un papel importante en el recuerdo de experiencias emocionales.

Tanto las experiencias emocionales positivas como las negativas se conservan particularmente bien en la memoria humana. Este fenómeno es importante para nuestra supervivencia, ya que necesitamos recordar situaciones peligrosas para evitarlas en el futuro. Estudios previos han demostrado que una estructura cerebral llamada amígdala, que es importante en el procesamiento de las emociones, juega un papel central en este fenómeno. Las emociones activan la amígdala, que a su vez facilita el almacenamiento de información en varias áreas del cerebro.

El cerebelo (latín para «cerebro») es la porción del cerebro en la parte posterior de la cabeza entre el cerebro y el tronco encefálico. Entre otras funciones, el cerebelo juega un papel importante en el control motor, la regulación del equilibrio para caminar y pararse, y otras funciones motoras complejas.

La investigación actual investiga el papel del cerebelo en la memorización de experiencias emocionales. En un estudio a gran escala, los investigadores mostraron imágenes emocionales y neutrales a 1.418 participantes y registraron la actividad cerebral de los sujetos mediante resonancia magnética. El estudio fue dirigido por el profesor Dominique de Quervain y el profesor Andreas Papassotiropoulos de la Universidad de Basilea. Fue lanzado el 3 de octubre en Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

En una prueba de memoria realizada más tarde, los participantes recordaron las imágenes positivas y negativas mucho mejor que las imágenes neutras. La retención mejorada de imágenes emocionales se relacionó con una mayor actividad cerebral en áreas del cerebro que ya se sabe que desempeñan un papel. Sin embargo, el equipo también identificó una mayor actividad en el cerebelo.

El cerebelo en comunicación con el cerebro.

Los científicos también pudieron demostrar que el cerebelo exhibe una comunicación más fuerte con varias áreas del cerebro durante el proceso de retención de imagen emocional mejorada. Recibe información del giro cingulado, una región del cerebro importante en la percepción y evaluación de los sentimientos. Además, el cerebelo envía señales a varias regiones del cerebro, incluidas la amígdala y el hipocampo. Este último juega un papel central en el almacenamiento de memoria.

«Estos hallazgos indican que el cerebelo es una parte integral de una red responsable de una mejor retención de la información emocional», dice de Quervain. Si bien un mejor recuerdo de los eventos emocionales es un mecanismo crucial para la supervivencia, tiene sus inconvenientes: en el caso de experiencias muy negativas, puede generar ansiedades recurrentes. Esto significa que los hallazgos, que ahora se han publicado, también pueden ser relevantes para comprender afecciones psiquiátricas como el trastorno de estrés postraumático.

Investigación de Basilea sobre las emociones y la memoria

El presente estudio es parte de un proyecto de investigación a gran escala realizado por la Plataforma de Investigación de Neurociencias Moleculares y Cognitivas (MCN) de la Universidad de Basilea y las Clínicas Psiquiátricas Universitarias (UPK) de Basilea. El objetivo de este proyecto es obtener una mejor comprensión de los procesos emocionales y cognitivos y transferir los resultados de la investigación básica a los proyectos clínicos.

Referencia: «Cerebelo humano y conexiones corticocerebelosas implicadas en la mejora de la memoria emocional» por Matthias Fastenrath, Klara Spalek, David Coynel, Eva Loos, Annette Milnik, Tobias Egli, Nathalie Schicktanz, Léonie Geissmann, Benno Roozendaal, Andreas Papassotiropoulos y Dominique J.- F . de Quervain, 3 de octubre de 2022, procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
DOI: 10.1073 / pnas.2204900119

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